Thursday, October 18, 2018

Bienvenidos a "Tajjna"



Llegué a Tacna cuando tenía tres años, durante toda mi etapa pre escolar y escolar, mis vacaciones y feriados largos fueron siempre en Arequipa y Mollendo. Durante mi niñez y adolescencia, no me percataba de que en mi entorno familiar characato – loncco (castellano compuesto de muchos barbarismos, términos propios, y algunas palabras adaptadas de la región con influencias quechuas), el uso de palabras frecuentes que para mí eran tan familiares, tan normales, se oían diferente en mi querida ciudad  de Tacna, pues yo hasta los diecinueve años, pronunciaba “Tajjna” y no Tacna (fonema /k/), como lo hablaban muchos arequipeños asentados en esta ciudad, a muchos, les ha pasado.
Fue un amigo mío del colegio Champagnat, tacneño e hijo de dama arequipeña, quien a manera de burla me lo recordaba frecuentemente; me miraba y gritaba Tajjna!! luego explotaba en risa.
El arrastre del sonido de la “c” (/k/), es frecuente en lenguas andinas. Es un fonema consonántico, donde el aire encuentra un obstáculo para salir al exterior (vocales no presentan obstáculo al aire), lo mismo sucede cuando con la “r” cuando oímos hablar al artista argentino, nacido en Santiago del Estero, el famoso Leo Dan, con su acento cordobés, él como muchos nacidos en los andes, tiene una forma peculiar de pronunciar la “r”; fonema vibrante múltiple (grafía -rr-, r-). En los andes no hay vibración para rr sino un sonido fricativo o asibilado (Bolivia, Ecuador, interior de Perú, norte de Argentina), rshr (ʐ). Estos y otros barbarismos son comunes en poblaciones con influencia aymara y quechua.
En relación a las vocales, la lengua aymara solo usa la “a”, “i” y la “u”, además de la cosmovisión que personifica la naturaleza de las cosas.

Investigaciones de las lenguas como aymara, quechua o jaqaru (que aún se habla en la comunidad de Tupe, en Yauyos, Lima), aluden a un lenguaje ancestral al que llaman “proto - aimara”, posiblemente del imperio Wari; en todas estas expresiones, existen diversas consonantes que no están en el alfabeto hispano y que tienen sonidos más elaborados como los explosivos, aspirados o bilabiales.
Por ejemplo, el flujo de aire utilizado para la producción de las consonantes no pulmonares no emana de los pulmones, sino que viene del tracto vocal, y se crea mediante un cierre de la glotis (abertura superior de la laringe)”, es por eso que a muchos, les parece aberrante la forma de hablar del puneño. Esto se estudia en la clasificación articulatoria de los sonidos del habla.
Lo que llaman “mote” o expresión de ideas por parte de los andinos; es porque piensan en aymara y lo expresan en un castellano distinto, además del sonido, tiene que ver el orden del sujeto, en presente y pasado, el sentido de pertenencia y sus valores altiplánicos que involucran principios como la complementariedad en sus estructuras sociales y que a veces no comparten con los “costeños”, ni los de la ciudad con ellos.
Claro, esto no es excusa para la informalidad, invasiones o anti higiene, pero sí para generar juntos propuestas en mejoras educativas, de inclusión, empatía, tolerancia y de respeto mutuo. No insultemos, aportemos para una mejor convivencia.